Un ciberataque es la explotación deliberada de sistemas informáticos de empresas y redes dependientes de la tecnología.
Los ataques usan códigos maliciosos para alterar la lógica o datos del ordenador, provocando consecuencias perjudiciales que pueden comprometer la información y provocar delitos energéticos, como el robo de identidad.
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Dentro del contexto de una guerra cibernética…
Es importante saber que un ciberataque es un conjunto de acciones ofensivas contra sistemas de información, para dañar, alterar o destruir instituciones, personas o empresas.
El ciberataque puede dirigirse tanto a los equipos y sistemas que operan la red —anulando los servicios que prestan-, como a los equipos que almacenan información en bases de datos -robándolos o usándolos para el espionaje-.
El ciberataque puede dirigirse tanto a los equipos y sistemas que operan la red, anulando los servicios que prestan o la obtención de información que se almacenan en bases de datos, robándolos o usándolos para el espionaje.
Desde el punto de vista técnico …
Los ciberataques pueden implicar un equipo unido de hackers de élite que trabajan en conjunto con la intención de crear programas que aprovechen fallas previamente desconocidas en un software.
A través de esas fallas consiguen filtrar datos confidenciales, dañar la infraestructura clave de una empresa o desarrollar una base para realizar futuros ataques.
Los grupos de piratería más peligrosos provocan: “amenazas persistentes avanzadas” (APT, por sus siglas en inglés), provocadas mediante técnicas sofisticadas y complejas.
Algunos piratas informáticos escogen los objetivos menos defendidos como ordenadores sin actualizaciones de seguridad o usuarios que hacen clic en enlaces maliciosos.
La mayoría de los ataques tienen la finalidad de engañar a las personas…
Para que proporcionen información, por eso es importante que los empleados conozcan los riesgos y se invierta en la prevención, detectando así ataques potenciales.
Sufrir un hackeo no sólo representa la pérdida de servicios y datos de nuestros ordenadores, sino también un problema de imagen, que suele dañar la reputación de la empresa y por lo tanto la pérdida de clientes.
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